septiembre 30, 2020
El tubo de visión nocturna es un instrumento único con el que puede funcionar el dispositivo de
visión nocturna. Al igual que muchos otros componentes, se clasifican en generaciones y tipos.
En este artículo, le enseñaremos una teoría básica sobre las generaciones de los tubos
intensificadores de imagen de visión nocturna. Un tubo de rayos o tubo intensificador de
imagen (IIT en siglas inglesas), en esencia, es un instrumento fotoelectrónico de vacío que
convierte un objeto invisible al ojo (en infrarrojos, ultravioleta y X-rayos) en una imagen visible o
aumenta (amplifica) el brillo de la imagen visible. Se encajan en los dispositivos de visión
nocturna constituyendo la característica principal por la que se diferencian las generaciones de
la visión nocturna.
El proceso de visualización consiste en la conversión de una imagen óptica o de X-rayos en
una proyección electrónica mediante un fotocátodo y luego una proyección electrónica se
convierte en una imagen clara (visible) generada en una pantalla de catodoluminiscencia. La
imagen del objeto se proyecta sobre el fotocátodo con ayuda de la lente EOS del tubo.
Se distinguen los tubos de una sola cámara y los tubos de multi-cámaras (en cascada); los
últimos son una conexión secuencial de dos o más tubos EOS en un solo kit intensificador, en
el que el flujo de la luz desde la pantalla del primer tubo (cascada) se arroja contra segundo
cátodo, etc. De acuerdo con la terminología globalmente aceptada, los intensificadores EOS se
clasifican en unas cinco generaciones – 1ª, 2ª, 3ª, (con algunas etapas intermedias 1+, 2+).
Generación 1+
La característica distinta de estos tubos es que la imagen es más clara en el centro y se queda
borroas por los bordes. Además, si se quedan a la vista unas fuentes de la luz brillante como
son unas linternas, ventanas luminosas de las casas, etc., éstos inundarán toda la imagen,
impidiendo el proceso de observación. A los bajos niveles de la luz, comúnmente se requiere
un accesorio adicional de iluminación infrarroja (IR).
Generación 2+
Estructuralmente, el tubo de la segunda generación se diferencia del de la generación 1+ por
que tenemos aún el amplificador especial de electrones: una placa de microcanal (PMC). Hay
dos tamaños de tubos con PMC: 25 y 18 mm. Desde el punto de vista del observador, el
tamaño más grande proporciona una observación bastante cómoda, pero también provoca un
incremento del tamaño del dispositivo. Todos los dispositivos de la 2ª Generación disponen de
una función útil para el observador: el ajuste manual del brillo, que le permite elegir la
proporción óptima de la ganancia del brillo y el nivel de ruido propio del dispositivo para cada
situación de observación específica y adaptación del ojo.
Gracias a las mejoras implementadas, los dispositivos de visión nocturna tienen una resolución
de 55 á 72 lp/mm y una relación señal-ruido de 16/24.
Generación 3
La tercera generación utiliza un fotocátodo construido con del arseniuro de galio que ha
aumentado la sensibilidad del tubo intensificador hasta el nivel superior. La distancia de
detección de estos visores alcanza á 300 yardas (275 metros) y la aumentación de la luz
consigue de 30000 á 50000 veces. La vida útil constituye unos 10 mil horas. La Generación 3
es el estándar de "oro" que está introducido en las tropas de la OTAN. El intensificador de la luz
consta de un fotocátodo basado en GaAs de alto rendimiento, que se une a una ventana de
entrada de vidrio, a un amplificador de corriente con una placa de microcanal (PMC) y una
pantalla fluorescente P-43 aplicada a la ventana de salida de fibra óptica no inversora. El
fotocátodo de la 3ª Generación está muy sensible a los bajos niveles de la luminosidad visible
y, particularmente, en el espectro cercano al infrarrojo. El tubo tiene una vida útil promedia de
12.000 horas de funcionamiento continuo.